Falcata íbera para exposición

 

Este año que desafortunadamente no hemos podido organizar actividades y la situación de pandemia ha reducido drásticamente las visitas a los yacimientos que gestionamos, por lo menos  nuestros clientes no se han olvidado de nosotros y hemos tenido pedidos de nuestra tienda de artesanía.

Uno de los últimos trabajos es esta falcata íbera, un cliente entusiasta del mundo íbero y que desde hace años nos encarga trabajos nos pidió una falcata para exposición. Nos dejó mucha libertad creativa y lo único que nos solicitó es que no fuese tan grande como la que está expuesta en el Centro de Interpretación de Azaila que hicimos hace un tiempo.


La espada curva denominada en época moderna Falcata es un arma muy icónica y a veces demasiado mitificada. Sin ser el arma principal de los íberos ni la única espada de los hispanos se ha convertido en un símbolo de la panoplia íbera.

Forjada en su totalidad desde una pieza de acero, sin ningún desbaste o recorte mecánico, todo a martillo y yunque. Los agujeros para los pasadores de las cachas también se realizan en caliente con un puntero.

En el yunque

Las acanaladuras  las forjo en caliente y repasándolas en frío con el metal blando.

No está endurecida por choque térmico, principalmente porque es una falcata de exposición. Pero sí que, como en otras ocasiones, he endurecido parte de la hoja con un método similar al que describe Filón de Bizancio en su compendio mecánico, son cosas que me gustan hacer y experimentar.

Hoja negra como las armas preromanas

¿Por qué es negra?


Porque las armas de los antiguos habitantes de Iberia según las muestras arqueológicas eran negras, con una pátina de oxidación a magnetita que en algunos casos realzaban las incrustaciones en plata que llevaban.

En este enlace tenéis más información del excelente trabajo de investigación de Jesús Alonso López y su equipo.

https://armasmagnetita.wordpress.com/

La luz natural y nuestro entorno natural le favorecen

Cachas de Latón y asta de ciervo


Esta vez me he decidido por las astas de ciervo, lleva su tiempo darles forma con herramientas manuales pero tienen un acabado blanco que me gusta bastante más que los huesos de vaca.
El latón contrasta muy bien con la hoja negra y se trabaja fácilmente, los dibujos los hago con buriles a mano.

Aunque no es la primera vez que lo explico, uso latón por ser un material no usado en la época y que me gusta ese anacronismo para evitar caer en la falsificación o errores de datación en un futuro.

Las astas de ciervo, por supuesto, las compramos a un proveedor que me garantiza su procedencia de desmogues legales.

Cachas de latón y asta de ciervo

Medidas

Es una espada algo corta de 49 cm y el largo de la hoja es de 39 cm. Una anchura máxima de hoja de 54 mm y una mínima de 40 mm. No es muy estilizada y estas medidas favorecen más los tajos de filo que de estoque. La hoja en su lomo es muy gruesa de unos 9 mm lo que hace que no sea una espada ligera.

El filo superior es de 17 cm y las acanaladuras terminan a 14 cm de la punta.

La empuñadura tiene las medidas habituales de este tipo de espadas, con un interior en la guarda de 85 mm.

El dorso curvo de 9 mm ofrece una gran resistencia a la espada

Espero que os haya gustado y si quereis más información de mi trabajo visitar La Fragua Íbera y Vida Primitiva.


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